Gastroenteritis por Shigella (bebés/niños pequeños)

La Shigella es una infección del tracto intestinal. Es causada por bacterias. Es más grave que la gastroenteritis común o gripe estomacal, que es causada por un virus. Generalmente afecta a niños de entre 2 y 4 años. Las infecciones por Shigella causan diarrea. La diarrea es el paso de heces blandas y acuosas 3 veces al día o más.

Los síntomas de la infección por Shigella incluyen:

  • Dolor y calambres abdominales.

  • Náuseas y vómitos.

  • Fiebre y escalofríos.

  • Heces sanguinolentas.

La infección por Shigella es muy contagiosa. Se disemina fácilmente en las guarderías y entre los miembros del hogar. Las bacterias se excretan en las heces. Otros niños pueden contagiarse si tocan algo expuesto a la diarrea del niño infectado. Podrían ser pañales, ropa, juguetes, inodoros o alimentos. Una vez que las bacterias están en las manos de un niño, pueden entrar en la boca o la nariz. Esto causará infección.

La enfermedad comienza de 2 a 3 días después de la exposición. Puede durar de 1 a 2 semanas si no se trata. A veces, se usan antibióticos para tratar este tipo de infección. La enfermedad puede durar alrededor de 1 semana si se trata con un antibiótico. La bacteria Shigella permanece en las heces hasta 4 semanas después de que los síntomas hayan desaparecido. La infección puede transmitirse a otras personas durante ese tiempo.

El principal peligro de esta enfermedad es la deshidratación. Es la pérdida de demasiada agua y minerales del cuerpo. Cuando esto ocurre, se deben reemplazar los líquidos corporales de su hijo. Esto puede hacerse administrando a su hijo solución de rehidratación oral. Puede conseguir solución de rehidratación oral en farmacias y en la mayoría de las tiendas de comestibles. No le dé bebidas isotónicas porque pueden contener demasiado azúcar y no suficientes electrolitos.

Cuidados en el hogar

Siga todas las instrucciones del proveedor de atención médica de su hijo.

Si le administra medicamentos a su hijo:

  • No administre medicamentos de venta libre para la diarrea, a menos que se lo indique el proveedor de su hijo.

  • Si le recetaron antibióticos, asegúrese de que su hijo los tome todos los días hasta que los haya terminado. No deje de administrárselos si su hijo se siente mejor. Los antibióticos deben tomarse como un ciclo completo.

  • Puede usar acetaminofeno o ibuprofeno para controlar el dolor y la fiebre. O puede usar otros medicamentos según lo recetado.

  • No le dé aspirina ni productos que contengan aspirina a ninguna persona menor de 19 años que tenga fiebre. Puede causar daño hepático o cerebral debido a una afección potencialmente mortal denominada síndrome de Reye.

Manos que se lavan con jabón en el lavabo.

Para prevenir la propagación de la enfermedad:

  • Recuerde que lavarse las manos con jabón y agua corriente limpia o con un desinfectante a base de alcohol es la mejor manera de prevenir la propagación de la infección.

  • Lávese las manos antes y después de cuidar a su hijo enfermo.

  • Limpie el inodoro después de cada uso. Luego, lávese las manos.

  • Deseche los pañales sucios en un recipiente sellado.

  • No lleve a su hijo a la guardería hasta que el proveedor de atención médica de su hijo diga que está bien.

  • Lávese las manos antes y después de preparar la comida.

  • Lávese las manos después de usar tablas de cortar, mesadas y cuchillos que hayan estado en contacto con alimentos crudos.

  • Mantenga la carne cruda lejos de los alimentos cocidos y listos para comer.

  • Enséñeles a todos los miembros del hogar a lavarse las manos:

    • Moje las manos con agua corriente limpia. Enjabónese la parte posterior de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.

    • Frote las manos durante al menos 20 segundos. Aproximadamente, el tiempo que lleva tararear la canción del “Feliz cumpleaños” 2 veces.

    • Enjuáguese bien las manos y séqueselas con una toalla limpia.

Administrar líquidos y dar de comer

El objetivo principal al tratar los vómitos o la diarrea es prevenir la deshidratación. Esto se hace administrando a su hijo pequeñas cantidades de líquidos con frecuencia.

Si su bebé toma el pecho:

  • Para la diarrea. Siga amamantando. Dele de comer a su hijo con más frecuencia de lo habitual. Si la diarrea es intensa, administre solución de rehidratación oral entre cada alimentación. A medida que la diarrea disminuye, deje de administrar solución de rehidratación oral y retome su horario normal de lactancia.

  • Para los vómitos. Después de 2 horas sin vómitos, reinicie la lactancia. Pase la mitad del tiempo de alimentación habitual en cada mama cada 1 a 2 horas. Si su hijo vuelve a vomitar, reduzca el tiempo de alimentación a 5 minutos en 1 mama solamente, cada 30 a 60 minutos. Cambie a la otra mama con cada alimentación. Un poco de leche se absorberá incluso cuando su hijo vomite. A medida que se detengan los vómitos, retome su horario habitual de lactancia.

Si su bebé toma el biberón:

  • Administre pequeñas cantidades de líquido por vez, especialmente si su hijo vomita. Una o 2 onzas cada 30 minutos puede mejorar los síntomas.

  • Para la diarrea. Dele leche o leche maternizada sin diluir. Si la diarrea es intensa, administre solución de rehidratación oral entre cada alimentación. Si le da leche y la diarrea no mejora, deje de darle leche. En algunos casos, la leche puede empeorar la diarrea. Pruebe con leche de soja o deslactosada. No le dé jugo de manzana, gaseosa, bebidas isotónicas ni otras bebidas endulzadas. Las bebidas con azúcar pueden empeorar la diarrea. Si su hijo comienza a empeorar con alimentos, vuelva a darle solo líquidos transparentes.

  • Para los vómitos. Después de 2 horas sin vómitos, pruebe darle la leche o leche maternizada de siempre. Si en algún momento el niño comienza a vomitar de nuevo, vuelva a pequeñas cantidades de líquidos transparentes. Comience con cantidades pequeñas y aumente la cantidad según lo tolere.

  • Si su hijo se encuentra bien después de 24 horas, reanude la dieta y el cronograma de alimentación regulares.

Si su hijo está consumiendo alimentos sólidos:

  • Tenga en cuenta que los líquidos son más importantes que los alimentos en este momento. Dele pequeñas cantidades de líquido a la vez, especialmente si su hijo tiene retorcijones en el estómago o vómitos.

  • Para la diarrea. Si le da leche a su hijo y la diarrea no desaparece, deje de darle leche. En algunos casos, la leche puede empeorar la diarrea. Si eso sucede, use solución de rehidratación oral en su lugar. Si la diarrea es intensa, administre solución de rehidratación oral entre cada alimentación.

  • Para los vómitos. Comience con solución de rehidratación oral a temperatura ambiente. Administre 1 cucharadita (5 ml) cada 5 minutos. Aunque su hijo vomite, continúe dándole solución de rehidratación oral. La mayor parte del líquido se absorberá a pesar de los vómitos. Después de 2 horas sin vómitos, comience con pequeñas cantidades de leche o leche maternizada y otros líquidos. Aumente la cantidad según la tolerancia. No le dé a su hijo agua sola, leche, leche maternizada u otros líquidos hasta que se detengan los vómitos. A medida que los vómitos disminuyan, intente darle mayores cantidades de solución de rehidratación oral. Deje pasar más tiempo entre una y otra. Continúe así hasta que su hijo esté produciendo orina y ya no tenga sed (no le interese beber). Después de 4 horas sin vómitos, reinicie los alimentos sólidos. Después de 24 horas sin vómitos, reanude la dieta normal.

  • Puede reanudar la dieta normal de su hijo con el tiempo a medida que se sienta mejor. No obligue a su hijo a comer, especialmente si tiene dolor de estómago o retorcijones. No le dé a su hijo grandes cantidades para comer a la vez, aunque tenga hambre. Esto puede hacer que su hijo se sienta peor. Puede darle a su hijo más alimentos con el tiempo si puede tolerarlo. En el caso de los bebés de 4 meses o más, puede darles cereal, puré de papas, compota de manzana, puré de banana o puré de zanahorias durante este tiempo. En el caso de los niños de 1 año o más, puede agregar galletas, pan blanco, arroz y otros almidones complejos, carnes magras, yogur, frutas y verduras. Las dietas con bajo contenido de grasas son más fáciles de digerir que las dietas con alto contenido de grasas.

  • Si los síntomas reaparecen, vuelva a una dieta simple o a líquidos transparentes.

Atención de seguimiento

Haga un seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo o según se lo indiquen. Si se obtuvo una muestra de heces o se realizaron cultivos, llame al proveedor para conocer los resultados según las instrucciones.

Llame al 911.

Llame al 911 si su hijo tiene alguno de los siguientes síntomas:

  • Dificultad para respirar.

  • Confusión.

  • Somnolencia inusual o extrema o pérdida de la conciencia.

  • Dificultad para caminar.

  • Frecuencia cardíaca rápida.

  • Rigidez en el cuello.

  • Convulsiones.

Cuándo consultar al médico

Llame al proveedor de atención médica de su hijo o busque atención médica de inmediato si se presenta cualquiera de estas situaciones:

  • Dolor abdominal que empeora.

  • Dolor constante en la parte inferior derecha del abdomen.

  • Vómitos reiterados después de las primeras 2 horas con líquidos.

  • Vómitos ocasionales durante más de 24 horas.

  • Más de 8 deposiciones con diarrea dentro de las 8 horas.

  • Diarrea intensa continua durante más de 24 horas.

  • Sangre o material negro en los vómitos o las heces.

  • Negativa a beber o comer.

  • Orina oscura o ausencia de orina durante 4 a 6 horas, ausencia de lágrimas al llorar, ojos hundidos o boca seca.

  • Irritabilidad o llanto que no puede calmarse.

  • Nueva erupción.

  • La diarrea dura más de 10 días.

  • Dolor torácico.

  • Fiebre (consulte Fiebre y niños, a continuación).

  • Aparecen síntomas nuevos.

La infección por Shigella a menudo causa fiebre. A menos que el proveedor de atención médica de su hijo le indique lo contrario, siga estas pautas generales para saber cuándo llamar si tiene fiebre.

Fiebre y niños

Use un termómetro digital para controlar la temperatura de su hijo. No utilice un termómetro de mercurio. Existen diferentes tipos y usos de termómetros digitales. Incluyen:

  • Termómetro rectal. Para los niños menores de 3 meses, la temperatura rectal es la más precisa.

  • Termómetro de frente (temporal). Este funciona para niños a partir de los 3 meses de edad. Si un niño menor de 3 meses tiene signos de enfermedad, puede utilizarse como primer paso. Es posible que el proveedor de atención médica desee confirmar con un termómetro rectal.

  • Termómetro de oído (timpánico). Las temperaturas de los oídos son precisas después de los 6 meses de edad, pero no antes.

  • Termómetro axilar. Este es el menos confiable, pero puede usarse para un primer paso para controlar a un niño de cualquier edad con signos de enfermedad. Es posible que el proveedor desee confirmar con un termómetro rectal.

  • Termómetro de boca (oral). No use un termómetro en la boca de su hijo hasta que este tenga al menos 4 años.

Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para el uso correcto. Insértelo suavemente. Etiquételo y asegúrese de que no se use en la boca. Puede transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué tipo usar. Cuando hable con un proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, dígale qué tipo de termómetro usó.

A continuación, se presentan pautas para saber si su hijo pequeño tiene fiebre. El proveedor de atención médica de su hijo puede darle números diferentes para su hijo. Siga las instrucciones específicas de su proveedor.

Lecturas de fiebre para un bebé menor de 3 meses:

  • Primero, pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.

  • Termómetro rectal o de frente: 100,4 °F (38 °C) o más

  • Termómetro axilar: 99 °F (37,2 °C) o más

Lecturas de fiebre para un niño de 3 meses a 36 meses (3 años):

  • Termómetro rectal, de frente o de oído: 102 °F (38,9 °C) o más

  • Termómetro axilar: 101 °F (38,3 °C) o más

Llame al proveedor de atención médica en estos casos:

  • Temperatura reiterada de 104 °F (40 °C) o más en un niño de cualquier edad.

  • Fiebre de 100,4 °F (38 °C) o más en bebés menores de 3 meses.

  • Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años.

  • Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más.

Online Medical Reviewer: Amy Finke RN BSN
Online Medical Reviewer: Dan Brennan MD
Online Medical Reviewer: Rita Sather RN
Date Last Reviewed: 9/1/2024
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